martes, 16 de marzo de 2010

12) Francia. Saint Bertrand de Comminges.


Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Vista desde el Noreste. (Foto de Jesús Díaz).



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María.Detalle de sepulcro funerario. (Foto de Jesús Díaz).


Saint Brertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Vidriera. Detalle de la Anunciación. (Foto de Jesús Díaz).


Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Vidriera. Detalle de Saint Bertrand. (Foto de Jesús Díaz).


Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Claustro. (Foto de Jesús Díaz).


Saint Bertrand de Comminges. Calle de acceso a la catedral de Santa María. (Foto de Jesús Díaz).

SAINT BERTRAND DE COMMINGES.

1) INTRODUCCIÓN.
2) CATEDRAL DE SANTA MARÍA.
A) TEMPLO
B) CLAUSTRO
3) ARQUITECTURA CIVIL.

1) INTRODUCCIÓN.
La población de Saint Bertrand de Comminges, situada dentro de la ruta jacobea,  pertenece al departamento del Alto Garona en la región de Mediodía-Pirineos en el sur de Francia. Fue fundada en tiempos del general romano Pompeyo, allá por el año 72 a.c. con ocasión de su regreso de campañas militares llevadas a cabo en Hispania, y  fue denominada Lugdunum Convenarum. Es mencionada por Estrabón y por Flavio Josefo. Con el transcurso del tiempo el segundo término de su nombre irá derivando en el actual "Comminges". A principios del siglo V fue invadida por los visigodos. Tiempo después será abandonada durante cinco siglos. En 1083 será nombrado obispo de la villa Bertrand de L´Isle, nieto del conde de Toulouse, quien impulsará el desarrollo en todos los órdenes y especialmente la construcción de su catedral en la ciudadela, en la parte alta de la población. Será canonizado en el año 1218 adquiriendo la localidad su nombre, Saint Bertrand de Comminges. A principios del siglo XIV, en época gótica la catedral-fortaleza adquirirá un nuevo impulso de la mano del obispo Bertrand de Got ( quien sería el primer papa de Avignon con el nombre de Clemente V (1305-1314)) lo cual favorecerá las peregrinaciones. En el siglo XVI gozará de un intenso desarrollo gracias al obispo Jean de Mauleón que incorporará a la catedral, entre otras obras,  el soberbio coro renacentista de madera y el órgano de madera que sufrirá importantes restauraciones.  Desde 1975 la catedral y otros templos de la localidad albergan un festival de música sacra. Se conservan en la parte baja de la población restos arqueológicos de época romana (foro, teatro, termas, mercado, templo, etc.) y de época paleocristiana (basílica construida en el siglo V en el jardín de una amplia residencia urbana; fue ampliada y modificada en el siglo VII). Próxima a la basílica se conserva la capilla románica de San Julian. En los alrededores de San Bertrand de Comminges, en un idílico entorno de cipreses que recuerda a la Toscana italiana,  se levanta la magnífica basílica románica de San Justo de Valcavrère, que analizaremos en otra entrada de este blog , lugar cementerial desde época antigua, por lo que al construir la iglesia románica en el siglo XII se reutilizaron numerosas lápidas funerarias que hoy podemos contemplar incrustadas en los muros del templo. Está  dedicada a los santos Justo y Pastor, Esteban y Elena. En las proximidades de Saint Bertrand de Comminges se hallan también las cuevas de Gargas que conservan pinturas del Paleolítico Superior.

2) CATEDRAL DE SANTA MARÍA.
A) TEMPLO.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Vista desde el Noreste. (Foto de Jesús Díaz). Ya desde la lejanía se advierte la belleza de la catedral, con sus tejados de pizarra, que se yergue altiva en la parte más elevada de la ciudadela de la población. En primer término apreciamos campos de maíz  y al fondo montes boscosos sobre los que se recorta la mole de la iglesia.


Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Vista desde el Norte. (Foto de Jesús Díaz). Destacan en la construcción de la catedral los potentes y numerosos contrafuertes o estribos que reciben los empujes de las bóvedas de la nave. Entre ellos se abren estrechos vanos ojivales góticos cerrados con vidrieras. En la fachada occidental se levanta la recia torre cubierta a cuatro vertientes.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Vista desde el Norte. (Foto de Jesús Díaz). Ya en las proximidades de la población vemos la catedral desde el lado septentrional. Apreciamos también restos de la antigua muralla con un torreón circular habilitado como vivienda.




File:PlanCathédraleNDSaint-Bertrand-de-Comminges.svg
Planta de la catedral de Notre Dame de Saint Bertrand de Comminges según la siguiente página web cuya visita recomendamos:

Observamos en la planta de arriba que se trata de una iglesia de una sola nave. Tiene un nártex de entrada de tres tramos, el central cuadrado cubierto con bóveda sexpartita y los dos laterales rectangulares con vóveda de cañón y arco fajón; sobre el nártex se levanta la torre. Dos potentes pilares cruciformes separan el nártex de la nave. Las partes más antiguas, las románicas, son de los siglos XI y XII y se hallan en la zona más occidental del edificio, la cabecera con varios absidiolos poligonales anexos es gótica del siglo XIV, Del siglo XV es la tumba de San Bertrand y el retablo pictórico referente a su leyenda; al siglo XVI corresponde el magnífico coro de madera, la capilla poligonal exterior de San Bartolomé y el órgano situado en el angular noroeste de la nave. El claustro románico-gótico es de forma irregular y se halla adosado al sur de la catedral.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Torre-Fachada occidental. (Foto de Jesús Díaz). Ya en la plaza de la catedral vemos la potente torre románica de planta cuadrangular que se alza anexa a la fachada occidental. En la parte inferior se abre la portada en arco de medio punto con su tímpano esculpido, su parteluz y sus capiteles. Sobre la portada se abre un vano también de medio punto pero ciego, salvo un pequeño óculo central. Encima apreciamos un pequeño ventanal de medio punto de buen dovelaje, y  el cuerpo superior de la torre se rasga con otro ventanal que se ornamenta con tres pequeñas arquivoltas con sus respectivas columnillas y capiteles. Llama la atención la mezcla de diferentes aparejos con que se construyó la torre, diferencias apreciables tanto en el cromatismo como en tamaño de los sillares

 
Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Torre-Fachada occidental. Detalle del coronamiento. (Foto de Jesús Díaz). Observamos en esta foto la parte superior de la torre, con su variedad de sillares, su vano de medio punto con columnillas y su coronamiento de madera cual si de un cadalso se tratara.


Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Torre-Fachada occidental. Detalle de arco. (Foto de Jesús Díaz). Apreciamos en esta imagen el arco ciego de medio punto que se abre sobre la portada de acceso al templo. En su parte central se incrusta un sillar cuadrado abierto con un óculo  y ornamentado con un friso de ajedrezado jaqués. Sobre el óculo vemos una efigie pétrea frontal bajo el intradós del arco ciego.

Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Torre-Fachada occidental. Detalle. (Foto de Jesús Díaz). Observamos en esta imagen  el óculo central  con su perfil  moldurado, el friso circular decorado con ajedrezado  jaqués y sobre él vemos la efigie pétrea incrustada en el muro.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Torre-Fachada occidental. Detalle de lápida romana. (Foto de Jesús Díaz). Vemos en esta imagen una estela pétrea de época romana reutilizada en la construcción de la catedral en época románica. Se compone de una base rectangular, con una leyenda funeraria escrita en latín,  y de un coronamiento en forma de tímpano triangular.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Portada románica oeste. (Foto de Jesús Díaz). La portada románica que permite el acceso a la parte baja de la torre y a la nave es de medio punto; muestra un buen dovelaje, dos arquivoltas que descansan sobre dos columnas laterales con sus capiteles y basas, un dintel y un tímpano esculpidos con la escena de la Epifanía y una columna parteluz central con capitel.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Portada occidental. Detalle de la parte superior. (Foto de Jesús Díaz). Las dos arquivoltas de la portada se disponene a modo de arco doblado cuya unión se ornamenta con un friso de ajedrezado jaqués. El dintel muestra un apostolado y el tímpano exhibe la escena de la Adoración de los Reyes Magos. Junto a la virgen María, sedente en un escabel medieval, vemos a San Bertrand de Comminges erguido y con vestimenta episcopal. En la parte superior observamos varios angelitos turiferarios.




Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Portada románica oeste. Detalle del tímpano y el dintel. (Foto de Jesús Díaz). El tímpano queda enmarcado en su parte curvilínea por una elegante cinta de  ajedrezado jaqués. En el tímpano observamos al apostolado dispuesto individualmente bajo los arquillos de una galería que descansan sobre  finas columnillas. La escena principal nos muestra a la Virgen María coronada como reina sentada en un escabel o silla curull románica  cuyos ejes muestran cabezas antropomorfas. El Niño sentado en su regazo, también coronado y bendiciendo con su mano derecha, recibe al primer rey, Melchor, que se halla con su pierna derecha ya genuflexa ofreciendo el presente al Recién Nacido. Detrás de él vemos a Gaspar y Baltasar, de pie, cons sus respectivos regalos para el Niño. Madre e Hijo visten indumentaria talar. Sobre las cabezas de los diferentes personajes aparece una leyenda incisa que los identifica, como era habitual en el Románico.


Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Portada románica oeste. Detalle de la Epifanía. (Foto de Jesús Díaz). Vemos en esta imagen a la Virgen María con el Niño recibiendo la Adoración del primer rey Mago, Melchor. La Virgen viste suntuosa indumentaria, toca bajo la corona, túnica y manto con cenefas decorativas, y se sienta sobre un lujoso cojín que sobresale en un extremo de la  silla.


Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Portada románica oeste. Detalle del santo. (Foto de Jesús Díaz).Todos los personajes se muestran de perfil salvo Saint Bertrand de Comminges que se sitúa a la izquierda de la Virgen María en posición frontal, hierática, vestido de pontifical, bendiciendo con su mano derecha alzada y  sosteniendo el báculo episcopal con su mano izquierda.



Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Portada románica oeste. Detalle de la Virgen y del santo. (Foto de Jesús Díaz). El tímpano se compone de varias placas pétreas con relieves encajadas algunas de ellas mediante el sistema de engatillado, como podemos comprobar en esta foto. Los elementos de orfebrería han sido representados con gran realismo, incensarios que portan los ángeles turiferarios, coronas de la Virgen y el Niño, voluta del báculo, cenefas y broches de la indumentaria, etc.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Portada románica oeste. Detalle de ángeles turiferarios. (Foto de Jesús Díaz). Los angelitos que airean los incensarios se han representado con cierta rigidez compositiva individual aunque se han adaptado al marco arquitectónico según es característico en la escultura románica. Al igual que otros personajes muestran en su vestimenta unas mangas de amplia boca acampanada.

Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Portada románica oeste. Detalle de los capiteles de la jamba izquierda. (Foto de Jesús Díaz). El capitel doble exterior muestra  una escena del infierno. Un monstruo con las fauces abiertas devora a un condenado que lleva colgando de su cuello una bolsa, seguramente de monedas, simbolizando el vicio de la avaricia; unos demonios lo empujan al interior con sus sardes mientras otros le muerden sus manos. Por el tocado que lleva podría tratarse de un clérigo. El capitel doble interior muestra a dos personajes montando a dos animales cuadrúpedos afrontados, todos ellos envueltos con entrelazos vegetales. El ábaco se decora con roleos.





Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Portada románica oeste. Jamba izquierda. Capiteles exteriores. (Foto de Jesús Díaz). Apreciamos con mayor detalle el capitel doble exterior en el que parece condenarse la avaricia, representada en la forma habitual en que se hace en la iconografía medieval, mediante un personaje, que en este caso parece religioso, con una bolsa de monedas colgando de su cuello. Simultáneamente que es tragado por Leviatán, el monstruo del Averno, unas serpientes devoran ansiosas sus brazos escena que suele reservarse con mayor frecuencia al género femenino para representar la lujuria mediante batracios, culebras, sapos que devoran sus genitales, pechos, etc.





Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Portada románica oeste. Jamba izquierda. Capiteles interiores. (Foto de Jesús Díaz). Los personajes que montan cuadrúpedos dominándolos recuerdan a Sansón desquijarando al león.


Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Portada románica oeste. Jamba derecha. Capiteles interiores. (Foto de Jesús Díaz). En los dos capiteles interiores de la jamba derecha se representan leones de marcada musculatura, grandes cabezas de largas greñas y patas que acaban en poderosas garras que apoyan en el collarín del capitel en su unión con la columna. Los leones muestran sus cabezas al espectador y quedan envueltos por lianas vegetales que los entrelazan y que ascienden hasta el ábaco decorado con racimos de uva y hojas de vid.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Portada románica oeste. Jamba derecha. Capiteles exteriores. (Foto de Jesús Díaz). Las dos capiteles exteriores parecen mostrar también leones cuyas grandes cabezas miran al expectador. Sus potentes patas y garras descansan también en el collarín. Nuevamente los ábacos muestran hojas de vid y racimos de uva como elementos decorativos.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Atrio oeste. Cubiertas. (Foto de Jesús Díaz). Vemos en esta imagen el nartex occidental. Se compone de tres tramos que se cubren el central con bóveda sexpartita y los dos laterales que le flanquean con bóveda de medio cañón con arco fajón tal como vemos en esta imagen.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Atrio oeste. Cubiertas. (Foto de Jesús Díaz). V emos en esta foto losa dos pilares del nartex con sus capiteles, la cubierta central y una de las laterales y observamos también el inicio de la bóveda de crucería simple de la nave de la iglesia. Apenas atisbamos parte del órgano situado en el ángulo noroeste de la nave.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Atrio occidental. Cubiertas. (Foto de Jesús Díaz). Observamos en esta foto  parte del nártex oeste de entrada con uno de sus pilares ornamentado con capiteles y algunas cubiertas parciales de ese espacio y de los pies de la nave. 



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Tramo de los pies de la nave. (Foto de Jesús Díaz). En esta imagen observamos el tramo final de la nave y la cubierta con bóveda sexpartita del tramo central del nártex. Apenas atisbamos el órgano y una ventana ojival gótica con tracería calada en su parte superior  que rasga el muro sur.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Detalle de uno de los dos grandes pilares entre el atrio y la nave. (Foto de Jesús Díaz). Vemos en esta foto la parte inferior de uno de los potentes pilares cruciformes que separa el nártex y la nave. Una semicolumnilla se adosa a la cara interior del pilar.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Órgano.  (Foto de Jesús Díaz). En esta foto observamos el órgano instalado en el angular noroeste de la nave de la catedral.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Vista interior desde el oeste. (Foto de Jesús Díaz). Observamos en esta foto la nave de la iglesia desde los pies. Apreciamos los muros laterales de piedra, las bóvedas de crucería distribuidas en tramos rectangulares, oblongos, separados por arcos fajones apuntados que junto a los nervios que estructuran y soportan la plementería descienden hasta el suelo de la nave. En las intersecciones de los nervios vemos claves con decoración pictórica. Entre los pilares góticos laterales que recogen los empujes de los nervios y arcos perpiaños, desviándolos mediante los contrafuertes al exterior, se abren ventanales estrechos y apuntados con columnillas parteluz, calados superiores y vidrieras polícromas de cierre. Al fondo apreciamos la luminosa cabecera de gajos rasgada verticalmente mediante numerosas vidrieras bellas y estilizadas.

 
Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Trascoro. Detalle. (Foto de Jesús Díaz). Esta foto es similar a la anterior pero incluye en primer término el hermoso trascoro renacentista que al estar colocado en medio de la nave, al estilo español, impide una visibilidad completa y diáfana del espacio que culmina en el ábside. El desplazamiento de los fieles y de los visitantes debe hacerse por los laterales.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Trascoro renacentista. (Foto de Jesús Díaz). Apreciamos en esta foto el hermoso trascoro de madera del siglo XVI con  sus dos galerías laterales de arquillos ciegos ornamentados con hermosas esculturas iluminadas. La breve cubierta colgante recuerda en cierta manera a las muqarnas de mocábares musulmanas.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Trascoro. Detalle. (Foto de Jesús Díaz). Dos columnas corintias de fustes acanalados sostienen parcialmente la parte central del trascoro y el entablamento superior decorado con relieves hermosos consistentes en hornacinas apenas excavadas, de cabecera levemente avenerada, que cobijan, entre pilastrillas cajeadas, diversos personajes santos erguidos.


Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Trascoro. Detalle. (Foto de Jesús Díaz). La pequeña galería de arquillos de medio punto ciegos, con cabecera levemente avenerada y pilastrillas cajeadas que decora la parte derecha del trascoro cobija bajo sus arcos a tres personajes erguidos, San Juan Bautista a la izquierda, identificable por el cordero con banderín crucífero que le acompaña como atributo, La Virgen María con el Niño en el centro, y otra santa a la derecha. Esa galería soporta un entablamento  y este a su vez sirve de base  a arcos repetidos de medio punto ciegos, decorados mediante taracea con angelotes o puttis renacentistas. También se ornamentan con taracea las pilastras frontales que estructuran la arquería y las enjutas de los arcos ciegos. Sobre el corrido entablamento se alza el pequeño tejadillo colgante.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Trascoro. Detalle escultórico. (Foto de Jesús Díaz). Observamos en esta imagen la galería de tres arquillos ciegos de medio punto, levemente avenerados, que decora la parte izquierda  del friso central del trascoro y que cobijan tres imágenes escultóricas, San Sebastián asaeteado a la izquierda, desnudo y atado al tronco de un árbol, un obispo con indumentaria episcopal en el centro, y San Roque a la derecha, un angelito le cura la herida de la peste bubónica  que muestra en su pierna y un perro le lleva en la boca un pan para alimentarse en la soledad del bosque; será desde el siglo XV un santo muy recurrido e invocado en los casos de peste, y  de otras epidemias, haciéndole la competencia a San Sebastián.




Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Vista del lado del evangelio. (Foto de Jesús Díaz). Dejando atrás el trascoro avanzamos por el lado del evangelio. A la derecha se despliega el lateral norte del coro renacentista con decoraciones varias y a la izquierda se abren capillas con algunos monumentos funerarios. Al fondo se aprecia la cabecera de la iglesia con su cubierta gallonada nervada y con numerosos vanos ojivales cerrados con vidrieras polícromas.




Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Trascoro. Sepulcro gótico. Cara sur.(Foto de Jesús Díaz). Vemos en la imagen la tumba del obispo Hugo de Castillón (1336-1352) situado en la capilla de Nuestra Señora en el lado del evangelio. Es uno de los monumentos funerarios en mármol más hermosos del arte francés. El obispo se ha representado yacente, vestido con indumentaria episcopal, mitra y báculo, bajo un doselete gótico. Dos angelitos flanquean la estatua y a los pies del finado descansa un león. El obispo apoya su cabeza sobre un almohadón. Las caras longitudinales del sepulcro se decoran con un cortejo fúnebre de llorantes, clérigos, etc. que se distribuyen y quedan cobijados bajo tres arquillos conopiales dobles con intradós trilobulado y separados dos a dos por contrafuertes o estribos. Una cornisa pétrea negra separa el cuerpo paralelepipédico de base y la tapa del sepulcro con la soberbia estatua yacente del obispo.




Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Sepulcro gótico. Cara norte. (Foto de Jesús Díaz). La estructura del sepulcro es similar en ambos laterales, con los estribos de separación, los arcos conopiales dobles y el cortejo fúnebre de personajes con trajes talares que lloran al difunto según la característica iconografía gótica. 



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Sepulcro gótico. Cara norte. (Foto de Jesús Díaz). El sepulcro se conserva muy bien y el detallismo general, especialmente de la indumentaria del obispo, es espectacular. 



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Sepulcro gótico. Detalle. (Foto de Jesús Díaz). Obsérvese el detallismo de la mitra y su soberbia decoración relivaria que simula la tracería calada y compleja de los ventanales góticos. Obsérvese también el detallismo del báculo, del dosel, del ropaje que porta el obispo. Apréciese también el escudo heráldico ( un castillo) de Hugo de Castillón levemente esculpido de forma repetida sobre el almohadón en el que reposa la cabeza mitrada del dignatario . Véase igualmente el encantador angelito alado del lado norte que señala con su mano al obispo mientras porta en la otra una cartela.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Sepulcro gótico. Detalle.  (Foto de Jesús Díaz). En esta imagen observamos nuevamente el nivel de detallismo de los diferentes elementos de la indumentaria del obispo, vemos el cruce de sus manos lujosamente anilladas sobre el pecho, su cara tersa y su frente surcada por arrugas, sus ojos cerrados, los rostros y alas de los angelitos que se sitúan a ambos lados de la cabeza.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María.Sepulcro gótico. Detalle. (Foto de Jesús Díaz). Apréciese en esta imagen la elegancia del dosel, el detallismo del báculo que incluye hojas ded cardina, el almohadón con el escudo heráldico del obispo repetido y con las borlas. Obsérvese la bellísima representación del angelito con una pierna arrodillada, sus dos voluminosas alas, su túnica talar bellamente decorada con cenefas en su abertura lateral.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Sepulcro gótico. Detalle. (Foto de Jesús Díaz).Vemos en esta foto una de las escenas de los laterales del sarcófago. Al inicio del cortejo observamos a varios angelitos turiferarios, portando incensarios, y velarios, portando velas. A continuación prosigue el cortejo con varios personajes jóvenes con vestimenta talar y algunos tonsurados. Finalmente varios personajes masculinos y femeninos cubren sus cabezas con tocas que ocultan sus rostros mientras caminan apesadumbrados.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Sepulcro gótico. Detalle. (Foto de Jesús Díaz). En esta escena varios religiosos con hábito, todos cubiertos menos el primero que muestra tonsura y lleva una cruz, portan libros y rezan desconsolados por el difunto. Muestran sus hábitos ceñidos con cíngulos con nudos, característicos de los franciscanos. Los modelos se repiten especialmente en los hábitos con pliegues tubulares que caen ordenadamente hasta el suelo imprimiendo cierta monotonía escultórica al cortejo. 



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Sepulcro gótico. (Foto de Jesús Díaz). En esta escena se muestra también un conjunto de llorantes y rezadores cubiertos con larga indumentaria talar y largas tocas. El primer personaje está descubierto y muestra tonsura exhibiendo imprimiendo un brusco y antinatural giro a su cabeza.


Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Sepulcro gótico. Detalle. (Foto de Jesús Díaz). A los pies del difunto descansa un  león de grandes melenas y temibles garras; simboliza la fortaleza del finado. A su lado se halla un pequeño y gracioso perrillo de largas y caídas orejas que posiblemente simboliza la fidelidad tan característica de este animalillo para con su amo.

















Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María.  Sepulcro gótico pétreo. (Foto de Jesús Díaz). Vemos en esta foto otro sepulcro gótico de piedra ubicado en el lado del evangelio. Aunque apenas vemos al personaje finado yacente en la tapa del sepulcro, parece apreciarse un báculo lo cual nos indica que se trata posiblemente de un obispo. La decoración relivaria de escasa profundidad que vemos en el frente principal de la caja del monumento funerario es un Calvario cobijado por un arco trilobulado que centra el registro escultórico; le flanquean dos ángeles turiferarios insertos en sendos cuadrifolios; finalmente en los extremos luce, bajo un arco trilobulado,  el escudo o blasón heráldico del personaje fallecido que incorpora una gran cruz en su campo. Este escudo se aprecia también repetido en las enjutas de los arcos y cuadrifolios. El Calvario central incluye a Cristo Crucificado en el centro flanqueado por la Virgen María a la izquierda, según observa el espectador, y a San Juan Evangelista a la derecha, representado afligido y apenado por el doloroso acontecimiento; se lleva su mano derecha a la mejilla como signo y gesto evidente de dolor.
























Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María.  Vista de la nave. (Foto de Jesús Díaz). En esta imagen vemos la nave de la catedral desde el lado del evangelio. Apreciamos, desde las proximidades de la cabecera, la fachada occidental, el órgano, el coro renacentista, la bóveda de crucería con sus claves y los vanos de iluminación.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María.Vista parcial de la cabecera. (Foto de Jesús Díaz). Al acercarnos desde el lado del evangelio a la cabecera vemos en la planta baja las capillas-absidiolos poligonales, cubiertas con bóvedas de crucería, y en la parte superior observamos los ventanales góticos largos y estrechos cubiertos con vidrieras de colores que filtran la luz natural y que incorporan bellas iconografías religiosas.  Apreciamos al final del coro renacentista el monumento funerario del siglo XV dedicado a San Bertrand de Comminges que incorpora pinturas en su parte frontal y en los estrechos laterales.




Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Retablo de pintura gótico. (Foto de Jesús Díaz). El coro renacentista culmina en la parte oriental con un retablo interior. En la parte exterior, con un pasadizo intermedio, se alza el mausoleo de San Bertrand de Comminges en forma de retablo de pintura. El mausoleo tiene planta rectangular, pilastrillas angulares que se coronan con pináculos y angelillos. En su fachada este muestra un retablo de pintura de tres registros o pisos horizontales y tres calles verticales. En el piso inferior en la calle central se abre una hornacina enrejada de cabecera conopial que conserva un busto reliario de San Bertrand de Comminges como obispo. Las escenas pictóricas , que se extienden tambien a los dos estrechos laterales del monumento funerario, reflejan escenas de su leyenda, especialmente milagros atribuidos al santo obispo recogidos por su biógrafo Vital.

Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Retablo de pintura gótico. Detalle. (Foto de Jesús Díaz). Apreciamos en esta imagen las tres escenas pictóricas reflejadas en la calle lateral izquierda del retablo. De abajo hacia arriba vemos en la primera escena un cortejo de cuatro cardenales transportando una arca de reliquias, rodeados por monjes tonsurados con hábitos monacales, obispos; en la segunda San Bertrand bendice bebida de una cuba y panes de un cesto y en la tercera y más elevada el santo parece liberar a soldados atados con un cordel.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Retablo de pintura gótico. Detalle. (Foto de Jesús Díaz). El santo vestido con indumentaria episcopal bendice la bebida de una cuba y los panes de un cesto ante los fieles presentes.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Retablo de pintura gótico. Detalle. (Foto de Jesús Díaz). Las escenas de la calle derecha nos muestran de abajo hacia arriba al papa Clemente V presente en la catedral en 1309, vestido con indumentaria papal, con tiara, llevando un busto relicario de Saint Bertrand representado como obispo; el papa es seguido por dos obispos que portan brazos relicarios; en la escena intermedia el santo obispo predica a la multitud y se muestra el acontecimiento del corte de la cola del caballo que lleva al santo, y en la escena superior observamos al obispo bendiciendo a un conjunto de animales conducidos por militares en vinculación con la escena superior de la calle izquierda.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Retablo de pintura gótico. Hornacina conopial enrejada. (Foto de Jesús Díaz). Vemos en esta foto el busto relicario de San Bertrand representado como obispo dentro de la hornacina del piso bajo del retablo. Se realizó en plata.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Retablo de pintura gótico. Detalle. (Foto de Jesús Díaz). En el lateral sur del monumento funerario de San Bertrand vemos cuatro escenas pictóricas más referentes a su leyenda. Se aprecia perfectamente la estrechez del mausoleo con sus pilastrillas angulares coronadas por ángeles dorados y pináculos, el pasadizo de separación entre el final del coro, y el inicio del monumento funerario de San Bertrand de Comminges



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Tumba de Saint Bertrand. (Foto de Jesús Díaz). Vemos en esta imagen otro enrejado del monumento funerario de San Bertrand donde se nos indica que se trata de la tumba del santo. En ella descansa el santo en una urna relicario de plata y marfil




Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Cabecera. (Foto de Jesús Díaz). Vemos en esta imagen el bellísimo espacio interior de la cabecera conformado por los muros de cierre, la cubierta de crucería agallonada y los vanos ojivales cerrados con vidrieras multicolores que filtran la luz y muestran iconografías religiosas. Sobre los ventanales se abren pequeños vanos  en forma de cuadrifolios que también iluminan el interior de la nave.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Vidriera con la escena de la Anunciación. (Foto de Jesús Díaz). En el ábside luce esta hermosa vidriera renacentista en la que se recoge una atractiva representación de la Anunciación del arcángel San Gabriel a la Virgen María.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Vidriera con la escena de la Anunciación. Detalle. (Foto de Jesús Díaz). La Virgen María se sitúa a la derecha de la imagen; está arrodillada frente a un atril donde seguramente lee las profecías de Isaías que anticipan su maternidad divina. Viste túnica violácea y amplio manto azul, muestra cabello rubio recogido, nimbo dorado en escorzo y gira levemente su cabeza hacia el arcángel San Gabriel que se dirige sonriente hacia ella. El arcángel tiene un cabello rubio y su atractiva indumentaria es verde, violácea y oro, sus alas son azules y carnosas. La escena se desarrolla bajo una cornisa pétrea y curvilínea con elementos pinjantes y decoración frontal de bustos de clara impronta renacentista y clasicista. Entre ambos personajes vemos un jarrón con lirios o azucenas, símbolo de la virginidad de María.
Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Vidriera con las escenas de la Natividad de Jesús, el Anuncio a los pastores y el Bautismo de Cristo en el Jordán. (Foto de Jesús Díaz). En el centro de la vidriera se representa la escena del Nacimiento del Niño Jesús rodeado por María y José, el buey y la mula. Sobre esa escena vemos en el registro superior una gran portada o arco de medio punto con dos angelitos sosteniendo un guirnalda verde en su parte superior. Enmarcada por el arco vemos la escena del Anuncio a los Pastores. Unos angelillos situados bajo el intradós del arco leen en sus cartelas el Anuncio del Nacimiento del Salvador a unos pastorcillos situados en las inmediaciones. En el registro inferior, bajo la escena de la Natividad de Jesús, apreciamos el bautismo de Cristo por San Juan Bautista en el río Jordán. Los personajes, como es característico de la estética renacentista, son de canon relativamente corto, musculaturas desarrolladas y actitudes serenas y ponderadas. Nuevamente destacan los coloridos  intensos y brillantes, rojos, verdes, azules, dorados, en combinación elegante.




Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Vidriera con San Bertrand. (Foto de Jesús Díaz). En la vidriera que ahora contemplamos y al amparo de una imponente arquitectura renacentista de arcos de medio punto y columnas jónicas, vemos a la izquierda a la Virgen María con el Niño Jesús recibiendo la adoración de un rey Mago que presenta al Niño su presente. A la derecha observamos a un ángel que extiende ante él un lujoso paño con cenefa suntuosa de pedrería para cobijar al obispo San Bertrand de Comminges que  se ha representado como un anciano barbado con indumentaria pontifical lujosa, capa pluvial dorada, gran báculo de orfebrería y mitra esplendorosa.




Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Vidriera con San Bertrand. (Foto de Jesús Díaz). En este detalle observamos nuevamente las voluminosas  figuras representadas en las vidrieras acordes con la estética iconográfica renacentista y la atractiva policromía de las indumentarias lujosas que los personajes visten. 



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Vidriera. Detalle de San Bertrand . (Foto de Jesús Díaz). Es de una belleza evidente la representación del obispo San Bertrand, en actitud embebida y pensativa con su mano izquierda sosteniendo el imponente báculo de orfebrería y con su mano derecha anillada apoyada sobre su rodilla. Su barba cana de anciano venerable le otorga dignidad y sabiduría. Bajo la lujosa capa pluvial dorada asoman  tímidamente sus botines puntiagudos rojos de prelado.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Coro renacentista. Detalle. (Foto de Jesús Díaz). Entrando al interior del coro vemos su sillería  y en especial su silla más relevante coronada por un dosel arquitectónico de sorprendente belleza y complejidad escultórica, con cuerpos de planta central, pináculos varios y decoración de taracea. 




Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Coro renacentista. Detalle de sitial. (Foto de Jesús Díaz). En el respaldo del asiento principal, de la cátedra, vemos una hermosa decoración de taracea. Bajo los arcos imponentes de una arquería de medio punto renacentista, separados por columnas abalustradas, vemos erguidos a San Bertrand vestido de obispo, a la izquierda, según observa el espectador, y a San Juan Bautista, vestido con piel de camello, y con su atributo iconográfico, el "Agnus Dei" sobre el libro. En la misericordia del sitial apreciamos la representación de la rueda de la fortuna.




Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Coro renacentista. Detalle de tres sibilas en relieve. (Foto de Jesús Díaz). Apreciamos en esta foto en los tableros del coro con la representación de tres sibilas (Ana, Cripe y Eritrea, según consta en sus respectivas leyendas) alojadas en hornacinas aveneradas de medio punto de escasa profundidad separadas por columnas abalaustradas.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Coro renacentista. Detalle en relieve de la Virgen con el Niño y de los profetas Jonás y Esdrás . (Foto de Jesús Díaz). Al igual que las sibilas se alojan en hornacinas semejantes  de escasa profundidad.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Coro renacentista. Detalle en relieve de la sibila Cumea y de San Miguel Arcángel. (Foto de Jesús Díaz). Todos estos relieves de seductora hermosura escoltan al sitial principal del coro.


Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Coro renacentista. Detalle de San Juan Evangelista. (Foto de Jesús Díaz). Vemos en esta imagen al evangelista y apóstol San Juan junto a su atributo característico, el águila. Una leyenda en la rosca del arco de la hornacina asi lo delata. Un conjunto de libros se aprecian en el ángulo inferior izquierdo, entre ellos se supone el cuaarto evangelio y el Apocalípsis atribuidos tradicionalmente a su pluma, tesis rechazada por diferentes autores.

  





Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Coro renacentista. Detalle relivario de obispo. (Foto de Jesús Díaz). Apreciamos en esta foto la representación relivaria de un obispo vestido de pontifical con mitra y báculo episcopal.


Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Coro renacentista. Detalle de San Roque. (Foto de Jesús Díaz). Observamos en esta foto la representación de San Roque, santo antipestoso desde el siglo XV, vestido de peregrino, junto a un angelillo de diminuto tamaño que le cura la herida de peste bubónica que le lacera la pierna; junto a él un perrillo le lleva en la boca el pan que cada día le ofrece en su retiro en el bosque y llama su atención acariciándole con su patita el muslo izquierdo. Otros santos antipestosos a los que los fieles recurrían e invocaban para curar su enfermedad eran San Sebastián, ya desde el siglo VIII, San Adrián y San Carlos Borromeo desde finales del siglo XVI. La hornacina en la que se halla está flanqueada por pilastrillas con decoración "a candelieri" típica del Renacimiento



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Coro renacentista. Detalle de  tres bustos insertos en tondos. (Foto de Jesús Díaz).



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Coro renacentista. Detalle de la crestería. (Foto de Jesús Díaz). Vemos en esta imagen la crestería de compleja decoración renacentista que  corona el coro de la catedral. Por encima de ella se eleva altivo el  suntuoso pináculo del sitial principal del coro.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Retablo interior del coro. (Foto de Jesús Díaz). Apreciamos en esta foto la imagen del retablo renacentista en que culmina la parte oriental del coro. Sobre el zócalo de aspecto marmóreo vemos en el piso inferior varias hornacinas aveneradas de medio punto separadas por columnas acanaladas en su parte superior y ornamentadas en su tercio inferior; en la hornacina central del piso inferior luce la imagen de la Virgen María con el Niño, flanqueada por San Sebastián asaeteado y por San Juan Bautista; en el piso superior lucen otras estatuas en hornacinas coronándose el conjunto con varios elegantes pináculos. Al fondo apreciamos el ábside de la catedral abierto por numerosos ventanales con vistosas vidrieras.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Retablo interior del coro. Friso con escenas de la Pasión de Cristo. Detalle (Foto de Jesús Díaz). Entre el zócalo inferior y el piso primero se despliega un friso decorativo relivario de gran belleza. En él se desarrollan escenas de la Pasión Cristo.



B) CLAUSTRO.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Vista exterior desde el sur.(Foto de Jesús Díaz). La entrada al claustro de planta irregular que se ubica en la parte sur de la catedral se realiza desde la parte occidental del templo. Lo conservado del claustro fue construido entre los siglos XII,  y XVI. Vemos en esta foto el muro pétreo oeste del claustro, cubierto con teja.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Vista exterior desde el sur.(Foto de Jesús Díaz). Observamos en esta foto la torre occidental, la fachada sur de la catedral con sus potentes contrafuertes o estribos escalonados que recogen los empujes de las bóvedas de crucería que cubren la nave. En el ángulo inferior derecho apréciese el claustro con su muro pétreo y roja cubierta de teja.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Claustro .(Foto de Jesús Díaz). Nada más entrar en el claustro vemos frontalmente la panda o galería norte, adosada a la catedral y a la derecha la panda oeste que se inicia con una columna de grueso fuste y un voluminoso capitel de entrelazo. Las bóvedas de crucería que apreciamos en la panda septentrional muestran nervios de perfil mixtilíneo característicos del siglo XVI.

Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Claustro. Panda occidental.Foto de Jesús Díaz). La panda oeste muestra una atípica coluimna inicial de grueso fuste cilíndrico sobre una enorme basa cilíndrica y amplio capitel de entrelazo; a continuación se despliegan varias columnas pareadas con voluminosos capiteles románicos, varios de ellos figurados, que soportan una galería de arquillos de medio punto. La techumbre es moderna y de madera.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Claustro. Panda occidental. Pilar de los cuatro evangelistas. Foto de Jesús Díaz). En el centro de la arquería de la panda oeste luce el pilar más llamativo, conocido como pilar de los cuatro evangelistas por estar estos personajes adosados al fuste  columnario.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Claustro. Vista desde la panda occidental. (Foto de Jesús Díaz). En el centro del claustro vemos un pozo cilíndrico. Al fondo la panda oriental y su abertura hacia la capilla poligonal de San Bartolomé y hacia la zona de la cabecera de la catedral.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Claustro. Panda sur (Foto de Jesús Díaz). La galería meridional del claustro es abierta por ambos lados, hacia el centro del claustro y hacia el exterior del recinto catedralicio permitiendo un espléndida visión de los montes y valles que la flanquean. Vemos que los arcos de medio punto descansan sobre capiteles vegetales y de ornamentación geométrica de cestería que a su vez apoyan en columnillas pareadas salvo en el centro de la panda en que se unen cuatro columnas.




Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Claustro. Ángulo suroriental. (Foto de Jesús Díaz). La serenidad y tranquilidad que rezuma el claustro favorecía en época medieval en que se construyó la oración de los monjes que lo habitaron y utilizaron en su vida diaria. Un gran pilar pétreo robusto y macizo se sitúa en el angular sureste del claustro. El suave contraste de penumbra y luz que se genera en el ámbito claustral contribuye, junto con su escultura y arquitectura, al atractivo estético de este bello y recogido rincón de la catedral.




Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Claustro. Panda meridional. Vista del valle.  (Foto de Jesús Díaz). La espléndida naturaleza de intenso verde que se desparrama generosa y voluptuosa al otro lado de la panda sur satisfacen la mirada ansiosa del visitante al claustro.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Claustro. Vista desde la panda este. (Foto de Jesús Díaz).



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Claustro. Vista desde la panda meridional. (Foto de Jesús Díaz).



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Claustro. Vista desde la panda meridional. (Foto de Jesús Díaz).



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Claustro. Vista de la panda este desde la sur. (Foto de Jesús Díaz).





Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Claustro. Vista de las pandas sur y oeste. (Foto de Jesús Díaz).



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Claustro. Vista desde la panda oriental. (Foto de Jesús Díaz). Vemos en esta imagen de forma parcial  la galería oeste del claustro (opaca al fondo), la galería sur (abierta hacia el valle y la montaña) y la galería este (la más próxima a nosotros). La combinación de naturaleza exterior, montes exuberantes,cielo azul, y obra arquitectónica y escultórica humana que admiramos en el interior del claustro actúan de forma sinérgica para lograr una belleza sin par y una conjunción especial de lo hermoso del Universo.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Claustro. Vista desde la panda meridional. (Foto de Jesús Díaz). No suele ser muy frecuente la apertura de una de las pandas al espacio exterior. Normalmente los claustros encierran su espacio de forma estricta para lograr serenidad interior y evitar el contacto con el mundo exterior que disgregaría la atención que el monje debe dedicar a la oración. Una bellísima excepción es la que apreciamos en San Bertrand de Comminges.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Claustro. Panda oriental. Arco de salida hacia el jardín anexo y la cabecera. (Foto de Jesús Díaz). Vemos en la imagen el hermosos angular formado por las galerías oriental y septentrional. La panda norte fue reconstruida entre los siglos XIV y XVI. Vemos al fondo su cubierta de bóveda de crucería de potentes nervaduras mixtilíneas. Nos deleitamos también con un arcosolio de cabecera rebajada que cobija sobre un pedestal corrido un sepulcro pétreo con el finado  esculpido yacente sobre la tapa. El frontal se decora con cuadrifolios en relieve. La panda oriental se cubre con cubierta moderna de madera y en su muro este se abre una gran portada románica de medio punto con dos arquivoltas y sus respectivas columnas, capiteles, basas y pedestales y a su derecha se abre un gran ventanal de medio punto románico que cobija dos arcos sobre collumnillas pareadas con soberbios capiteles decorados con hojas vegetales carnosas, todo ello construido con sillares de calidad. Se trata de la antigua entrada a la sala capitular del claustro. Una ventana simétrica a la última descrita flanquearía a la portada de acceso por el otro lado.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Claustro. Lápida con leyenda gótica inscrita. (Foto de Jesús Díaz). Se trata probablemente de una lápida sepulcral con inscripción en caracteres góticos incrustada en el muro junto a la portada de la antigua sala capitular.


Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Vista de la fachada sur desde el jardín anexo al claustro. (Foto de Jesús Díaz). Llama la atención la potencia pétrea de los contrafuertes escalonados que ascienden  arrogantes hacia el cielo, observados con modestia por el verde ciprés.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Vista de la cabecera desde el sur. (Foto de Jesús Díaz). Nuevamente observamos la rica volumetría y juego de espacios y perfiles generados por la nave, la cabecera, los contrafuertes, la torrecilla poligonal, la pequeña capilla de San Bartolomé, máxime en la foto que vemos en que la percepción "di sotto in su" intensifica la ampulosidad arquitectónica.


Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Jardín sur anexo al claustro.(Foto de Jesús Díaz). Dejado atrás el claustro, una vez cruzamos la antigua portada de la sala capitular, accedemos a un bello espacio ajardinado desde el que contemplamos la propia catedral, el pequeño claustro con su tejadillo rojo, la espléndida naturaleza que se despliega al sur del edificio, incluidas algunas casitas de la población, y el inmenso cielo azul. Un lugar idóneo para reposar el pensamiento y dialogar en silencio con nuestra propia intimidad.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Inicio de la cabecera desde el sur. (Foto de Jesús Díaz). Nuevamente apreciamos la perfecta sillería bien cortada , escuadrada y encajada que luce en  los muros de la cabecera de la catedral. Elegantes ventanales ojivales con finos maineles y decoración calada de trifolios y cuadrifolios se abren en los paños murales escoltados por macizos estribos y pináculos varios. Sobre los ventanales estilizados se abren también óculos de perfiles moldurados. Los diferentes vanos se cierran con vidrieras de atractivos colores e iconografías que hemos analizado anteriormente.



Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Capilla-puerta exterior poligonal. (Foto de Jesús Díaz). Una bellísima construcción  adosada a la catedral, de pequeño tamaño y añadida en el siglo XVI la que vemos en esta imagen. Es de planta poligonal, tiene una puerta-tunel  inferior de paso, al modo de las torres-puerta, se cubre con bóveda de crucería que deriva sus empujes a los pequeños contrafuertes exteriores angulares, se cubre con un tejado piramidal de pizarra y vemos en su parte superior una ventana adintelada enrejada como elemento de iluminación natural.


Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Capilla-puerta poligonal.  (Foto de Jesús Díaz). Vemos que el vano de paso inferior tiene una cabecera de medio punto; sobre ella luce, incrustado en el muro, un escudo de piedra. La ventana superior de iluminación enrejada muestra jambas  con derrame. 


Saint Bertrand de Comminges. Catedral de Santa María. Jardín anexo al claustro sur. (Foto de Jesús Díaz). Un banco de madera ha sido ubicado  en el jardín para descanso de los visitantes y disfrute parsimonioso de las bellezas que el entorno encierra.

3) ARQUITECTURA CIVIL. 





Saint Bertrand de Comminges. Edificio gótico-oficina de turismo en la plaza de la catedral. (Foto de Jesús Díaz). La capilla del convento de los Olivetanos sirve como oficina de turismo comarcal en Saint Bertrand de Comminges. Su fachada muestra una portada apuntada con un enmarque superior conopial con cardinas. Entre ambos elementos luce incrustado un escudo de piedra con una cruz, una mitra y un báculo. Sobre la portada se abre un óculo y encima de él, en la misma vertical, se abre un vano ojival. La portada está flanqueada por pilastras goticistas pareadas de orden gigante y con gabletes a modo de pináculos de escaso relieve.


Saint Bertrand de Comminges.  Arquitectura civil. (Foto de Jesús Díaz). Vemos en la imagen la fachada principal de una casa de la población  de fuerte horizontalidad que se distribuye en tres plantas. Muestra vanos rectangulares verticales de fuerte regularidad y simetría, características geométricas levemente atenuadas por el verde tapiz vegetal que se expande gozoso por el muro. En su extremo apreciamos una casita cubierta con teja a doble vertiente unida a ella.

 
Saint Bertrand de Comminges. Arquitectura civil. Taller artesanal.  (Foto de Jesús Díaz). Vemos en esta foto la casita que hemos mencionado en la imagen anterior. Tiene dos plantas, se cubre con teja a dos vertientes y por los carteles de su fachada deducimos que se trata de un pequeño taller de cuero surgido al calor de los visitantes de la catedral y de la población. Al igual que la gran casa matriz exhibe en su pequeña fachada enredaderas de brillantes hojas verdes y rojizas que trepan por el muro hasta el alero.




Saint Bertrand de Comminges. Hiedras de la familia de los Geranios. (Foto de Jesús Díaz). En las proximidades de la catedral y en las diferentes callejuelas de la población el paseante puede disfrutar de hermosas flores como las que observamos en esta foto. Fogonazos rojos, rosas, violáceos y blancos compiten en belleza con el exuberante verde del lecho salvaje del que brotan.



Saint Bertrand de Comminges. Urbanismo y arquitectura civil. Calle de acceso a la catedral. (Foto de Jesús Díaz). Apreciamos en esta foto la estrecha y larga calle que conduce a la catedral, a la plaza en la que se ubica y a todo el entorno de la parte alta de la localidad. Al fondo vemos la mole de la catedral y en especial su potente torre occidental que se eleva hacia el cielo culminando de forma espectacular, mediante un chapitel piramidal que rasga el cielo,  la progresiva ascensión de los edificios.



Saint Bertrand de Comminges. Urbanismo y arquitectura civil. Calle de acceso a la catedral.  (Foto de Jesús Díaz). Vemos en esta imagen la misma calle que en la imagen anterior pero en sentido descendente. Sin apenas aceras discurre de forma irregular y atractiva hacia la parte baja de la población. Al fondo  se eleva en cerrada frondosidad un monte verde de tupida vegetación.

Saint Bertrand de Comminges. Puerta de acceso a vivienda. (Foto de Jesús Díaz). Original puerta la que vemos en la foto. Da paso a un atrio ajardinado de una casa cercana a la catedral. Las dos ruedas de carro reaprovechadas  en la conformación de la puerta y los colores rojo y amarillo de los banderines decorativos recuerdan al pasear a España.


Saint Bertrand de Comminges. Urbanismo y arquitectura civil. (Foto de Jesús Díaz). Apreciamos en esta imagen  un bello rincón de la población que recibe al visitante con banderines multicolores festivos y con parte de sus visitantes luciendo indumentaria medieval.
  

 
 


Saint Bertrand de Comminges. Perro sobre un muro. (Foto de Jesús Díaz). Vemos en la imagen un hermoso perro posiblemente de raza Alaskan malamute de fiereza lobuna atenuada quizás por la domesticación a la que ha sido sometido a lo largo de la historia. Su tranquila posición contemplativa sobre el muro del huerto da un toque adicional de belleza del que puede gozar

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